Nos empeñamos siempre en
clasificar las cosas según el encaje de nuestra perspectiva de la
realidad. Es como si el ser humano precisara el metodismo y el orden para dar
sentido a su estado de vida. La vaciedad ideográfica marca las tendencias
del arte actual, al menos en los medios ortodoxos de la expresión gráfica.
La Fotografía es puro arte,
independientemente para el fin que se utilice. Jamás debe ser esclava de la
realidad o fantasía de la cual se alimenta. Desde el momento en que el
fotógrafo decide y encuadra lo que va a fotografiar, ya está retocando esa
realidad según su forma de verla y entenderla. El control de la luz, el ángulo,
los ajustes de cámara, la selección del instante, son ya puntos de retoque de
esa realidad que se pretende interpretar. Probablemente otro fotógrafo verá esa
realidad de forma muy distinta. Por tanto, la Fotografía nunca puede ser el
registro exacto y único de la realidad porque depende del sujeto que la registra
y del momento en el que queda registrada.
La Fotografía es una interpretación
de la realidad, no la realidad en sí. Su dinámica
interna se alimenta de la libertad de movimientos e ideas. Mucha gente piensa que la Fotografía
debe ser pura, sin retoques ni ajustes, pero la Fotografía pura no existe, forma
parte de su proceso natural de constante alteración y ajustes, como el pintor que pincela varias veces la figura
hasta lograr el fin deseado. Las nuevas técnicas de análisis pictórico como los
rayos X, la luz ultravioleta o los infrarrojos, así como la termografía y otras
técnicas sofisticadas, permiten descubrir todas las correcciones y retoques
realizados por los artistas antes de terminar su obra.
Los antiguos fotógrafos retocaban ya sus imágenes mediante lápices, pinceles y otros artilugios. Antes
de la aparición del color, las fotografías se pintaban a mano mediante
tinturas, pinturas, "crayons" y anilinas especiales. En el laboratorio analógico,
el fotógrafo también retocaba parte de sus positivos mediante “reservas“ artificiales hechas con plantillas o usando las manos durante la ampliación; luego se aplicaban productss
químicos para lograr todo tipo de correcciones y efectos. El resultado final era cionsecuencia de un retoque y alteración constante. aspecto final diferente. Con
el tiempo se utilizaron aerógrafos para aplicar efectos y correcciones a las imágenes
fotográficas. Hoy en día esto se ha substituido por los programas informáticos,
siendo el más popular el llamado Photoshop. El uso de estas herramientas
requiere una habilidad y talento especial para conseguir retoques de gran calidad.
Esta labor no debe menospreciarse ya que forma parte del bagaje técnico del
creador de imágenes.
La Fotografía siempre está en
constante creatividad y movimiento, como todo arte, y para mantener este ritmo
alocado de infinitos registros, utiliza todos los medios que la realidad le
brinda desinteresadamente. Según las definiciones que aparecen en los
diccionarios oficiales, retocar es
perfeccionar los detalles de una cosa o arreglar los daños que ha sufrido una
obra de arte para reconstruirla. Lo que llamamos retoque o ajuste es pues,
una forma mas de trabajar la imagen en su conjunto: la imagen nace en la
mentalidad del artista quien la registra gracias a un proceso completo que
abarca muchísimos pasos, cual de ellos mas importante, desde los cálculos de
medición, hasta el arte final, sea analógico o digital.
El día que dejemos de ver la vida,
las artes y las ciencias, como una serie de fragmentos encorsetados, marcadas
por las leyes inmovilistas de la sociedad humana y sus disciplinas, entonces
aprenderemos a ver la vida sin limitaciones, sin estrecheces que nublan los
caminos de la creación. Ese es el quid
de los creadores libres y reales.
KarlFM.-