La Casa Batlló de Antoni Gaudí es
una joya del modernismo catalán situada en el Paseo de Gracia de Barcelona.
Penetrar en ese universo de formas naturales, marinas y ósea, es toda una
experiencia que abre las puertas a la imaginación y a la creatividad sin
límites. En ciertos instantes se tiene la sensación de estar en el interior del
Nautilus del Capitán Nemo en la “Isla Misteriosa”. Como preso de un arrebato
inconsciente, no pude resistirme a sacar mi Xiaomi y empezar un proceso
creativo fotográfico, especialmente a través de los cristales de tan magnifico
interior. Los cristales de la bella mansión son una entrada a un mundo extraño
donde las realidades se convierten en otras muy distintas. Los resultados son
unas imágenes realmente espectaculares, hasta tal punto que parecen pinturas
cubistas bajo el trazo impetuoso del impresionismo más enérgico. El color
intenso, el juego de la luz, las formas sinuosas, reptantes y deformantes, los
seres que deambulan perdidos tras ellas, la fusión pictórica y su posterior
transformación en un bucle caleidoscopio casi infinito, son algunos de los elementos
dominantes que conforman esta arquitectura gráfica, casi a modo de un “action
painting impresionista” espontáneo.
Carlos Flaqué Monllonch
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Barcelona, Casa Batlló
10 enero 2019